lunes, 16 de enero de 2012

ADIÓS AL "VANGUARDIA"

Una Misa, celebrada el pasado sábado en los locales de la calle San Agustín, propiedad de la “Fundación Camino –Barbachano”, ha puesto punto y final a la larga historia, de nada menos que sesenta años, de la “Vanguardia Social Astur”, popularmente conocida como “Club Vanguardia”.

Esta entidad surgió, en 1951, por iniciativa del gran jesuita Joaquín García Granda, S.J. (a quien vemos en la fotografía celebrando la Santa Misa en una excursión del Vanguardia a Somiedo), cuya inquietud social le llevó a fundar esta asociación para la difusión del apostolado católico entre las clases trabajadoras de la localidad. Generaciones de gijoneses se beneficiaron de las iniciativas pastorales, sociales y deportivas del Vanguardia, que, aunque sea sólo a título anecdótico, fue, entre otras cosas, el club encargado de poner en marcha una de las San Silvestres, la gijonesa, de mayor solera en España.

Nos entristece esta despedida, demasiado discreta para lo que supuso el “Vanguardia” y la obra del P. Granda en Gijón. Se han apuntado diversas razones para explicar este punto y final, pero hay que ser sincero, y reconocer, aunque ello duela, que entre las causas más probables de la misma, se encuentra el evidente repliegue, por falta de vocaciones y medios humanos, que lleva conociendo la Compañía de Jesús en las últimas décadas.

Las dificultades para encontrar quién tomara el relevo a la entusiasta labor del P. Granda son sin duda la razón más plausible de esta muerte anunciada. Se escribe un capítulo más del lento pero seguro declinar de la presencia jesuítica en nuestra villa. Preludiado con la salida de la Universidad Laboral, y tristemente consagrado, hace ya unos años, con el abandono de su buque insignia en el centro de la localidad, la entrañable “Iglesiona”, en cuya residencia vivió el fundador del Vanguardia. Y, aunque no faltará quién nos acuse de ilusos, nos gustaría pensar que no habrá más capítulos en esta historia declinante.

1 comentario:

  1. La verdad es que la foto escogida no puede ser más desafortunada, con las desnudeces generalizadas acompañando una "misa". Buen motivo para alegrarse por la desaparición de la Compañía de Arrupe (que no de Jesús).

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