Estaba la Dolorosa
junto al leño de la Cruz.
¡Qué manera tan graciosa
de enseñarnos la preciosa
lección del callar doliente!
Tronaba el cielo rugiente.
La tierra se estremecía.
Bramaba el agua... María
estaba sencillamente.
José Mª Pemán
Imagen: Virgen Dolorosa de Julio Beobide Goiburu. Ilustre Hermandad de la Santa Misericordia de Gijón
viernes, 30 de marzo de 2012
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