Nos congratulamos al comprobar cómo un diario regional, de origen y sede ovetense y con sucursal en nuestra villa, ofrece a doble página la noticia de la nueva decoración de la Capilla del Santísimo de la parroquia gijonesa de San Pedro, que este blog tuvo oportunidad de adelantar, en primicia, nada menos que el pasado 22 de abril. Es decir hace ya más de un largo mes.
Ya entonces tuvimos ocasión de mostrar nuestra opinión. Sin cuestionar en ningún momento la valía y consideración del artista y de su obra, si apuntamos, respetuosamente, nuestras dudas sobre el acierto del lugar escogido para dejar su huella en Gijón. Huella que quizá, y es sólo nuestro criterio discutible, hubiera sido más adecuado insertar en alguno de los numerosos templos de nueva construcción (en casi todos los casos muy poco afortunada, todo hay que decirlo) que existen en la villa. Pudiendo así contribuir a resaltar, dignificar y embellecer, al servicio de la liturgia, alguno de estos nuevos espacios que se caracterizan, en no pocas ocasiones, por una frialdad incluso sobrecogedora.
Rupnik, o su taller, cuentan ya con una notable producción conocida, también a nivel de nuestro país. Donde, principalmente gracias al incondicional apoyo del cardenal Rouco, ha tenido la oportunidad de decorar las capillas de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), de la Conferencia Episcopal, y de la Sacristía Mayor y Sala Capitular de la catedral madrileña de Santa María la Real de la Almudena. Catedral en la que precisamente destacan otras intervenciones de Kiko Argüello, uno de los fundadores del Camino Neocatecumenal, en cuyos coloristas iconos, casualmente, algunos creen ver también una de las posibles fuentes de inspiración de los mosaicos de Rupnik.
Sin añadir más precisiones artísticas al tema, por aquello de “doctores tiene la Santa Madre Iglesia”, pero perseverando en nuestra voluntad de tratar de ofrecer a nuestros lectores la mayor información posible, queremos hacer también lo propio en este caso, para que sean ellos quienes juzguen y formen su propio criterio. Y lo cierto es que, lejos de las versiones excesivamente oficialistas o autocomplacientes, la obra de Rupnik no ha estado exenta de las polémicas que habitualmente acompañan a ciertos artistas, alguna de las cuales, como la relativa a la decoración de la cripta con los restos de San Pío de la Pietralcina, en San Giovanni Rotondo (Italia), llegó a adquirir proporciones considerables. Compruébenlo si no, accediendo a los siguientes enlaces:
La cripta del Padre Pío
Capilla de Rupnik en la Conferencia Episcopal (no olviden leer también los comentarios)
En la fotografía “Rupnik” y los miembros de su taller posando, junto con el Obispo de Tenerife, en la capilla de dicho obispado, decorada por su equipo.