Tal y como habíamos
anunciado, una concurrida sala del Ateneo Jovellanos acogió, esta misma tarde,
una brillante conferencia del Rvdo. D. Julián Herrojo, párroco del Santo Cristo
de las Cadenas de Oviedo y primer rector de la Basílica de Gijón, que tuvo por
objeto realizar un balance del pontificado de Benedicto XVI.
D. Julián Herrojo no dudo en
calificar a Benedicto XVI, aún advirtiendo que se trataba de una cierta “exageración
semítica” de las que abundan también en el Evangelio, como el Papa más grande
de la Historia de la Iglesia.
Repasó algunos datos
esenciales de su biografía, y de su trayectoria de servicio a la Iglesia. Se
detuvo en sus tres grandes encíclicas: “Deus caritas est”, “Spes salvi” y “Caritas
in veritate”.
También aludió a lo que él
calificó como tres lecciones magistrales de Benedicto XVI: el discurso de
Ratisbona sobre fe y razón, en septiembre de 2006, la intervención en el
Westminster Hall de Londres (septiembre de 2010) sobre los fundamentos éticos
de la sociedad civil y el papel de la religión en la vida pública, y su alocución
en el Parlamento Federal de Alemania -Reichstag (septiembre de 2011) sobre los
fundamentos del derecho.
Destacó igualmente los
numerosos artículos, entrevistas, y los magníficos libros del Papa que componen
su trilogía sobre “Jesús de Nazaret”. Aludió también a iniciativas fructíferas
de su pontificado, como la clausura del Año de la Eucaristía en 2005, la celebración
de un Año Paulino, el Año Sacerdotal de 2009, o el actual Año de la Fe
coincidiendo con los cincuenta años de la apertura del Vaticano II. Subrayó también sus esfuerzos, como auténtico “pontífice”
(constructor de puentes) en pro de la unidad de los cristianos con iniciativas
como los ordinariatos para los anglicanos retornados a Roma, o sus esfuerzos y
gestos para superar la llamada “cuestión lefebvriana”. Aludió también a la
importante contribución litúrgica de Benedicto XVI, con su llamada “reforma de
la reforma”, que inscribe esta materia en una adecuada “hermenéutica de la
continuidad”, y su motu proprio “Summorum Pontificum” sobre el uso de la liturgia
tradicional de la Iglesia.
D. Julián Herrojo concluyó,
con expresión acertada, que si el gran Juan Pablo II nos quitó el temor a
proclamarnos católicos, Benedicto XVI nos había dado el orgullo de hacerlo. Por
último comparó al hoy Papa emérito con el Papa León Magno que detuvo a los
bárbaros a las puertas de Roma, destacando que Benedicto XVI había puesto un
parapeto a la irracionalidad y barbarie de nuestros tiempos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario