martes, 23 de abril de 2013

BRILLANTE CONFERENCIA DE JULIÁN HERROJO EN EL ATENEO JOVELLANOS


Tal y como habíamos anunciado, una concurrida sala del Ateneo Jovellanos acogió, esta misma tarde, una brillante conferencia del Rvdo. D. Julián Herrojo, párroco del Santo Cristo de las Cadenas de Oviedo y primer rector de la Basílica de Gijón, que tuvo por objeto realizar un balance del pontificado de Benedicto XVI.

D. Julián Herrojo no dudo en calificar a Benedicto XVI, aún advirtiendo que se trataba de una cierta “exageración semítica” de las que abundan también en el Evangelio, como el Papa más grande de la Historia de la Iglesia.

Repasó algunos datos esenciales de su biografía, y de su trayectoria de servicio a la Iglesia. Se detuvo en sus tres grandes encíclicas: “Deus caritas est”, “Spes salvi” y “Caritas in veritate”.

También aludió a lo que él calificó como tres lecciones magistrales de Benedicto XVI: el discurso de Ratisbona sobre fe y razón, en septiembre de 2006, la intervención en el Westminster Hall de Londres (septiembre de 2010) sobre los fundamentos éticos de la sociedad civil y el papel de la religión en la vida pública, y su alocución en el Parlamento Federal de Alemania -Reichstag (septiembre de 2011) sobre los fundamentos del derecho.

Destacó igualmente los numerosos artículos, entrevistas, y los magníficos libros del Papa que componen su trilogía sobre “Jesús de Nazaret”. Aludió también a iniciativas fructíferas de su pontificado, como la clausura del Año de la Eucaristía en 2005, la celebración de un Año Paulino, el Año Sacerdotal de 2009, o el actual Año de la Fe coincidiendo con los cincuenta años de la apertura del Vaticano II.  Subrayó también sus esfuerzos, como auténtico “pontífice” (constructor de puentes) en pro de la unidad de los cristianos con iniciativas como los ordinariatos para los anglicanos retornados a Roma, o sus esfuerzos y gestos para superar la llamada “cuestión lefebvriana”. Aludió también a la importante contribución litúrgica de Benedicto XVI, con su llamada “reforma de la reforma”, que inscribe esta materia en una adecuada “hermenéutica de la continuidad”, y su motu proprio “Summorum Pontificum” sobre el uso de la liturgia tradicional de la Iglesia.

D. Julián Herrojo concluyó, con expresión acertada, que si el gran Juan Pablo II nos quitó el temor a proclamarnos católicos, Benedicto XVI nos había dado el orgullo de hacerlo. Por último comparó al hoy Papa emérito con el Papa León Magno que detuvo a los bárbaros a las puertas de Roma, destacando que Benedicto XVI había puesto un parapeto a la irracionalidad y barbarie de nuestros tiempos. 

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