La parroquia mayor de San Pedro acaba de anunciar la
supresión, desde inicios del Año Nuevo, de la Misa de seis de la tarde, que venía celebrándose domingos y fiestas
de precepto, y las vísperas de ambas.
Según ha explicado hoy el
párroco a los feligreses la medida obedece a la creciente disminución de fieles
que acuden a la misma. A ello se añade la escasez de sacerdotes,
también desgraciadamente creciente, tanto en nuestro arciprestazgo como en toda
la diócesis.
Lamentablemente medidas como
ésta serán frecuentes en los próximos años en Gijón. Las circunstancias antes apuntadas, escasez y avanzada edad
de los sacerdotes y reducción del número de católicos practicantes, obligarán
forzosamente a replantearse la organización eclesial de la villa, para adaptarla
a las circunstancias y a los menguantes efectivos humanos y medios materiales.
El número actual de parroquias en Gijón
puede resultar excesivo para la realidad local, a pesar de que hayan continuado
abriéndose algunas nuevas hasta hace bien poco. Seguramente resultará
aconsejable contar con menos parroquias pero más activas en lo pastoral, más cuidadosas
en la práctica de los sacramentos, y con una mejor atención sacerdotal. Tal vez
concentrando los efectivos humanos en parroquias más amplias, territorialmente
hablando, lo que no debiera resultar complicado en una ciudad de tamaño medio
como la nuestra y en la que la movilidad no plantea mayores problemas para los
fieles, pero mejor atendidas. Y contribuyendo también así a paliar la soledad
en que se encuentran muchos de los párrocos y sacerdotes que actualmente
atienden nuestras numerosas parroquias, tanto en la zona urbana como en la
rural del concejo.
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