martes, 31 de agosto de 2010

ADIÓS A LOS PAÚLES

La crisis de las congregaciones religiosas, que parece imparable, continúa afectando también de forma evidente a la villa de Gijón. Si hace unos años fue la Compañía de Jesús la que abandonó el centro de la población, por falta de efectivos personales (o eso dijeron), traspasando a la diócesis el histórico templo del Sagrado Corazón de Jesús que hoy es Basílica local, ahora les toca el turno a los padres Paúles. Y por desgracia nos tememos que no será la última marcha de una congregación religiosa de Gijón.

Ya hace meses que abandonaron la atención pastoral de la parroquia gijonesa de San Vicente de Paúl, erigida en 1970. Ahora le toca el turno a la parroquia de la Virgen de la Medalla Milagrosa, en la avenida de Schulz (en la fotografía), una de las más antiguas de la villa. Esta parroquia fue creada en los años cuarenta del pasado siglo, y fue la cuarta parroquia del núcleo urbano de Gijón, desgajada de la parroquia de San Lorenzo, que junto con las de San José y San Pedro eran las únicas existentes hasta ese momento en el entorno urbano. Los padres Paúles habían iniciado su acción pastoral en Gijón en el año 1920.

La diócesis se ve obligada así, a pesar también de sus evidentes limitaciones de sacerdotes, a atender a estas dos parroquias gijonesas. Para la parroquia de San Vicente será designado párroco el Rvdo. D. Manuel Viego, hasta ahora párroco de Castropol y Arcipreste del Eo. Igualmente, y según las mismas previsiones, la parroquia de la Milagrosa sería encomendada al Rvdo. D. Marcelino Montoto, hasta ahora párroco de Lastres y que fuera igualmente Vicario Episcopal de Oriente y de Movimientos y Asociaciones Laicales de Apostolado Seglar, en los últimos años del mandato de monseñor Carlos Osoro.

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