viernes, 15 de julio de 2011

GIJÓN Y LA VIRGEN DEL CARMEN

La devoción de la villa de Gijón a la Virgen del Carmen viene contrastada de antiguo. Una bula del Papa Clemente XI, de fecha 27 de marzo de 1706, instituyó en la localidad la Cofradía de la Virgen del Carmen, en la pequeña capilla construida a finales del siglo XVII en honor de San José. El arraigo de aquella devoción hizo que pronto, tanto la capilla como el barrio en que se localizaba, tomaran el nombre del Carmen.

Con la erección de la parroquia de San José (Decreto episcopal de 23 de septiembre de 1893), y tras la construcción del nuevo templo, el Obispo de Oviedo autorizó, con fecha 29 de febrero de 1896, el traslado de la centenaria cofradía y de su imagen titular a la nueva parroquia. Dicho templo fue desde entonces, y por derecho propio, el centro de la más acendrada devoción carmelitana de Gijón.

La tradición más gijonesa, según pueden comprobar en las páginas que reproducimos del desaparecido diario Voluntad (pueden consultarlas marcando sobre ellas y ampliándolas), mandaba que la festividad fuera solemnizada con una Misa cantada, celebrada en la mañana y organizada por la Comandancia Militar de Marina, en la citada parroquia de San José. Ya por la tarde, y partiendo del mismo templo, se celebraba la multitudinaria procesión de la Virgen del Carmen, portada también a hombros de la marinería. El recorrido tradicional era el de la calle Langreo, Corrida, Jardines de la Reina, Marqués de San Esteban, Felipe Menéndez, Alvarez Garaya y regreso a la parroquia de San José. El momento más emotivo era el paso de la procesión por un muelle local abarrotado de fieles, con los barcos engalanados con banderas y gallardetes y haciendo sonar sus sirenas al paso de la imagen. En algunas de las imágenes de Voluntad podemos ver el paso de la Virgen por el muelle local o la calle Corrida.

La devastación de la religiosidad popular, sufrida pacientemente por los fieles en la década de los años setenta del pasado siglo, también se llevó aquella hermosa tradición. Todavía continuaría manteniéndose durante bastantes años la Misa solemne matutina en la parroquia de San José, hasta que la llegada de un párroco al que le producía repelús la sola presencia de militares en su parroquia, obligó a batirse en retirada hacia la parroquia de San Pedro. Si bien debe recordarse que en la parroquia mayor no hay constancia histórica de devoción arraigada a la Virgen del Carmen. La devoción mariana que allí había prendido con fuerza y antigüedad fue siempre a la Virgen del Rosario, conocida popularmente como “La Naval”, por haber sido la patrona oficial de la Marina Española desde la batalla de Lepanto hasta el año 1901, durante la Regencia de Mª Cristina de Habsburgo, quien por Real Orden de 19 de abril de aquel año declaró patrona de la Armada a la Virgen del Carmen. La dejación que, lamentablemente, también se viene haciendo de aquella acendrada devoción local a la Virgen del Rosario daría para otros comentarios.

En la actualidad los actos del día del Carmen se reparten entre la citada parroquia mayor de San Pedro y la parroquia regentada por los PP. Carmelitas (Nuestra Señora de Begoña), dejando tristemente de lado a la Parroquia de San José, que con mejor derecho (aunque sólo fuera por aquello de “prior in tempore, potior in iure”, y por toda la tradición arraigada y acumulada en su historia) debiera seguir siendo el escenario de estas celebraciones. Desde nuestra página hacemos votos para que esta parroquia recupere su “memoria histórica”, que es también la de Gijón, devolviendo a la actividad aquella Cofradía del Carmen, otrora pujante, y recuperando la procesión por el muelle local que nunca debió perderse.


No hay comentarios:

Publicar un comentario