En las localidades que no son sede episcopal, como es el caso de Gijón, la tradición ya hecha norma es que el Corpus Christi, con su procesión, se celebre, a falta de catedral, en la iglesia mayor o más antigua. Así se hizo el pasado domingo 10 de junio en Gijón, como informó puntualmente GC.
La misma costumbre estableció que las restantes parroquias celebraran su propia fiesta Sacramental, con la correspondiente procesión eucarística, en los domingos posteriores. Esta tradición se ha perdido, desgraciadamente, en muchas de las parroquias gijonesas, especialmente en las del ámbito urbano, aunque ha logrado mantenerse con mejor fortuna en el entorno rural de la villa. Tal es el caso de la parroquia de San Julián de Somió, que celebró ayer domingo su fiesta Sacramental con Misa solemne seguida de procesión.
Presidió la celebración el gijonés monseñor Enrique Figaredo Alvargonzález, Prefecto Apostólico de Battambang (Camboya), de paso en Gijón con motivo del enlace matrimonial de un familiar.
Las fotografías están tomadas de los diarios La Nueva España (la primera de ellas) y El Comercio (las restantes).
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