Hace ya demasiado tiempo que, evocando los momentos gloriosos de la radio, no distraemos a nuestros lectores con algún minuto musical.
El tiempo, cuando por fin parece haberse instalado el verano en Asturias, aconseja algún ritmo alegre, ligero, y tomarse las cosas con cierta dosis de humor. Así que hoy, y sin que sirva de precedente, nos apuntamos a este ritmo movidito que hizo furor veranos atrás: “La mayonesa”.
Ahí va ese ritmo pegadizo: “Y haciendo palmas, y arriba y arriba, ese coro que arranca y que dice y que dice: te bate y te bate cómo al chocolate. ¡Mayonesa, ella me bate como haciendo mayonesa!”.
Según dicen los enterados mayonesa veraniega tendremos abundante, en cuanto a nombramientos, traslados y designaciones en nuestra diócesis, que indudablemente afectarán también a Gijón (ayer mismo, según informa hoy El Comercio, el Arzobispo de Oviedo anunciaba algunos nombramientos inminentes para algunas parroquias locales).
Tras el aperitivo de la nueva organización curial, donde la mayonesa ha sido batida pero sin que parezcan haberse renovado gran cosa los ingredientes, parece que le tocará el turno a un importante número de parroquias.
Parece que los órganos curiales, el Sr. Arzobispo, sus consejeros y allegados, llevan ya meses dándole al bombo, y batiendo la próxima y sonada salsa veraniega.
Sólo cabe desear que le cojan bien el punto, que líen adecuadamente los ingredientes, y que el delicado condimento no se corte.
Y sobre todo, y perdonen el escepticismo, que nadie se piense que por remover aquí y allá, o por atender a ciertas presiones o sensibilidades y relegar otras (que al final es a lo que algunos reducirán la interpretación de los nombramientos), se van a solucionar los graves problemas de nuestra diócesis. Eso sin duda requiere esfuerzos mayores, remangarse de verdad y meterse en la sustancia de los platos, y no dedicar excesiva atención a revolver las salsas que no pasan de ser un mero acompañamiento.
No sea que al final, de tanto batir, nos acabe pasando cómo al protagonista de la musiquita veraniega: “no sé ni cómo me llamo, ni dónde vivo, ni me interesa…mayonesa…”
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