La Iglesia, también en Gijón, ha celebrado hoy la fiesta de
la natividad de San Juan Bautista, precursor del Señor que acabó conociendo el
martirio por su fidelidad a la Verdad.
Modelo, pues, para tantos mártires de hoy en día que, de
forma cruenta o incruenta, sufren por su fidelidad a Cristo (Camino, Verdad, y
Vida) y a su Iglesia.
Contemplando este lienzo de Onorio Marinari (Salomé con la
cabeza del Bautista que le es ofrecida sobre una bandeja, 1680), oremos al santo mártir:
"Oh Mártir invencible, que, por el honor de Dios y la salvación de las almas, quisiste con firmeza y constancia soportar la impiedad de Herodes, incluso a costa de tu propia vida, y lo reprendiste abiertamente por su mala y disoluta vida; te pedimos que por su intercesión, nos obtengas un corazón valiente y generoso, con el fin de que podamos profesar abiertamente nuestra fe en la obediencia fiel a las enseñanzas de Jesucristo, nuestro divino Maestro".
"Oh Mártir invencible, que, por el honor de Dios y la salvación de las almas, quisiste con firmeza y constancia soportar la impiedad de Herodes, incluso a costa de tu propia vida, y lo reprendiste abiertamente por su mala y disoluta vida; te pedimos que por su intercesión, nos obtengas un corazón valiente y generoso, con el fin de que podamos profesar abiertamente nuestra fe en la obediencia fiel a las enseñanzas de Jesucristo, nuestro divino Maestro".
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