El Gijón que dedicó su antañona Colegiata a San Juan Bautista, hoy tristemente desacralizada gracias a la incuria y dejación de unos y otros, se presta un año más a revivir algunas de las tradiciones en honor del santo precursor.
Desgraciadamente otras tradiciones se han perdido o se han visto desvirtuadas. Así sucede con la tradicional bendición de las aguas del mar (véase esta antigua portada del diario “Voluntad”, que puede ampliarse pinchando en la imagen) que, coincidiendo con la festividad del Bautista, abría la temporada de baños, y que hoy se encuentra desubicada en el día de San Pedro, en medio de un potaje de difícil digestión, sobre el que tendremos ocasión de pronunciarnos en GC.
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